Jan 26, 2005

fuera de lugar

No fue ayer. Tal vez el lunes, cuando todavía la nieve sobre las aceras era blanca. Salió intempestivamente por una puerta que daba a la calle llena de gente. No sé como la ví, si todo fue tan rápido. Estaba mal puesta, ocupaba un lugar que no le correspondía, pero era ella. La reconocí por el rojo, por el café, por esa textura tan cálida, tan acogedora. Quise tomarla. Quise que volviera a estar sobre mi cuerpo para que después llegaras tú y la expulsaras de su sitio. Que tomaras primero una pierna y luego la otra y entonces...¿Por qué otra vez? ¿Por qué tengo que toparme con tu bufanda en esta ciudad en la que todo es desconocido excepto ella?

Jan 23, 2005

cuerpo (borrador)

Querido cuerpo (borrador uno)

Querido cuerpo:
Todavía no sé si serás capaz de pedonarme por todo esto que he tenido que hacerte. Pero sé que comprendes que a mí también me ha dolido herirte de esta manera. No podía ser de otra forma. Te habías convertido en mi enemigo. Te estabas tomando muy en serio tu papel. Y lo estabas disfrutando, además. ¡Le gustabas tanto a él! Pero yo ya no. Y tú me servías de pretexto para ser la excluida en ese triángulo que formábamos tú, él y yo. Por eso tuve que dañarte, para curarme yo. Para quitarle a él lo que más quería. También yo me desmorono cuando te veo así, desecho, inútil aquí en la cama. Cuando miro tus piernas inmóviles sobre este lecho vacío de él para siempre. Todavía puedo recordar la forma en que tomaba cada una con cuidado y les besaba los dedos de los pies. Yo pensaba que ese gesto sólo podía ser producto del más profundo amor. Los moretones que te pueblan esta vez son de otra naturaleza. Ya no son el signo del vino que te dábamos para que estuvieras dispuesto. Otra vez él y yo te dimos medicinas. Esa vez fue al contrario, para que te volvieras hostil. Para que expulsaras de tí a la esperanza. Vomitaste un par de veces y hubo que darte más medicina. Luego yo tuve que cargarte así, molesto y confundido por todas partes, en la ciudad, entre la gente. Mientras en tu interior se libraba la batalla más triste del mundo.

Jan 22, 2005

Sin fecha

Lautriz terminó de poner orden (es un decir) en los papeles de su nueva morada. Un cartoncito color uva surgió como de la nada. La persiguió desde otro país, desde otro idioma. Un cartoncito arrugado con el borde delgadito color limón. Una letra despatarrada y azul dice:

"A veces extraño un poco fumar. Cuando tengo que esperar en público, por ejemplo. ¿Por qué? Me da propósito, I guess. Makes me look intèressante, supongo. Quedé con P de ir a oír jazz. Me avisó que ya terminó su clase de yoga. Justamente a mí me está haciendo falta ir al yoga. Necesito otra vez estar en armonía con mi cuerpo. Ponerme en sintonía. Pienso en R, en cómo hace siete, ocho minutos que pasó frente a este lugarcito a media luz donde lo espero vestida de ciudad. Pienso que tal vez no consideré la dificultad del estacionamiento. Pero yo conozco un poco los atajos y encontré un espacio sin dificultad. Pienso que estará de genio, peleándose con los demás autos, furioso con los espacios ocupados y las calles de un solo sentido que lo obligan a dar más vueltas. La música. Brasileña. Bossa nova. Esta canción la hemos compartido ya. ¿Cómo se llama? ¿Dónde? Me parece que en la noche, solos. Sin nuestros disfraces de ciudad respectiva ¿Nuestros disfraces respectivos de ciudad? El concierto empezará en cuarenta minutos. No llega. Ahora soy yo la que está molesta con la hora pico que elegimos. Enojada por hacer que P me lleve a un concierto al que ya no quiero ir. Quiero que llegue él ya y nos tomemos una copa de vino y no tengamos que ir a ninguna otra parte. Que él no tenga que irse con sus amigos ni yo al concierto. Que nos vayamos pronto a otro lugar y yo pueda quitarme los zapatos. Bad choice of shoes. Viene enojado. Acaba de pasar frente a la ventana esta que me separa del mundo. Respiración agitada. Molesto...."

Después, Lautriz mira con sorna una letra negra que completa el cartoncito. Es una letra diferente. De la misma, es posible, pero en otro momento. Lautriz no es grafóloga ni nada por el estilo. Pero se da cuenta. Se da cuenta y se calla. Se calla y transcribe:

"Dijo que lo de la canción era cierto. Pero no me quiso decir de dónde ni de cuándo. Tal vez él tampoco se acordaba. Dijo que lo que importaba era que nos pertenecía. Dijo que ahora cuando la escucháramos la sensación iba a ser la misma. Dijo que tampoco quería ir con sus amigos. Dijo que deberíamos pedir cerveza y queso y aceitunas. Eso hicimos. Dijo que le gustaba mi ropa interior, cuando ya estuvimos en mi auto y yo lo llevé a donde había dejado el suyo. Ese lugar en donde hay arte y por donde ahora cuando ya no está he caminado con algunos alcoholes encima. No importa la hora que sea, ni que ya hayan pasado muchos meses. No importa que el haya dicho que se marchaba con otra. Yo camino, conduzco por esa calle y él está ahí otra vez. La mano en mi cintura, los dedos explorando y dice otra vez que esos le gustan. Entonces exploto y lloro y reclamo. Me vuelvo a quedar perpleja. No entiendo por qué lo hago, pero grito y digo y me ofendo y lo arruino todo. Pasan tres, cuatro, cinco meses y vuelvo a detenerme en la acera y nos miro a ambos y sigo sin entender. Me asomo por la ventanilla del auto y ninguno me hace caso y quiero gritarles y decirles que ya basta. Pero no lo hago. Sólo me queda mirarlos mandar todo al carajo".

Jan 20, 2005

blueprint

Tengo mucho miedo.
Me parece que me estoy conviertiendo en esa ciudad.
Esa misma que tú y yo pleaneamos cuando nos despojábamos de las otras ciudades.
Esas que éramos cuando había lagos y pantallas y alumnos.
Cuando sin disfraces dibujábamos las calles de una ciudad nueva.
Una otra ciudad en la que tú y yo nos íbamos a convertir.
'
Me miro en días como hoy y me muero de miedo.
Porque me doy cuenta de que estoy empezando a ser una ciudad diferente.
Pero igual a la que soñamos.

Y ya sé que ésa es sólo una ciudad imaginada.
Esa ciudad no existe y ahora soy yo.

Jan 18, 2005

ciudad

a veces me parece que todavía te estoy buscando

Jan 10, 2005

Días como hoy. Los odio. Te recuerdo como si no te hubieras largado. Salta a mis labios tu nombre como si no me importaras, como si fueras una figura lejana. La misma que eras hasta antes de...hasta antes. Encontré un fajo de cuartillas impresas con tus palabras. Carajo. No lo entiendo. ¿Cómo es que todavía te cuelas por aquí con cara de alumno enamorado? ¿Cómo te atreves a referirte a mi taconeo y llamarme seniorita Ele?

Ahh. Las palabras, tan traicioneras. Por un momento te hacen ver bien.

Jan 5, 2005

diario

Lautriz ha estado husmando en papeles y hojas y cartas y documentos.
Entre ellos ha encontrado una hojita con un texto en tinta roja y frágil:

"Marzo 16
¿Qué se siente? Se siente fatal. Hoy todo el día una impotencia terrible ante las diferentes batallas que se están librando en el cuerpo. En mi cuerpo. ¿Por qué he tomado esta decisión? ¿Por qué no hemos tomado esta decisión?¿Por qué darle cosas al cuerpo? Para tener paz, para serenidad. Hoy he visitado nueve veces el baño (son las cuatro de la tarde), todas con un miedo horrible. Tres de ellas estuve a punto de llorar. Un par de lágrimas, las admisibles. El mareo, las manos dormidas..."

A veces Lautriz es una metiche de lo peor.

Jan 4, 2005

Post-it

En un papelito rosa desteñido pegado sobre la computadora que Lautriz está a punto de abandonar:

"It is the presence of the essential thing in a very small detail which one must catch in order to expose larger things" - Satyajit Ray