Sep 8, 2004

Me entero.

Volteo involuntariamente a mirar el auto compacto azul que acaba de pasar en sentido contrario.Elijo la blusa café que voy a ponerme esta mañana y sin querer vuelvo a permitirles a tus dedos desconocidos que la desabotonen como aquel diciembre. Miro los ojos inocentes de un pobre muchachito que no sabe que su rostro esconde tu recuerdo. Recorro una, dos, cinco veces esas dos calles que tantas veces usamos para llegar a la estación de la felicidad, a la fiesta de los cuerpos. Intento tomar rutas alternativas que también me lleven al encuentro del deber sin tener que revivir esas excursiones que todavía no logran quedarse atrás. Carajo, imposible.

A veces, cuando tú no te das cuenta, me entero de que yo sigo aquí.