Sep 29, 2009

principios alternativos

Cuando estuvimos en casa lo segundo que ví fue el bloque maltratado y querido sobre la mesita. Sabes que lo miré y no dije nada. Cuando nos sentamos a tomar la primera copa de vino y a pretender inocentemente hacer literatura, cumpliendo los gestos necesarios para darte tu mejor papel. Pero nos apartamos del guión: no podíamos dejar todo el tiempo necesario a la iniciativa. Las hojas desgastadas no nos siguieron a la otra pieza y no vieron al muñeco rojo quedar informe contra la pared. Escribirlo de otra forma. Con esas sonatas tan hermosas de fondo, pero sin recurrir tanto a la historia preestablecida.

El sábado, con las nubes y la música, cuando el sol había salido y debimos poner momentanea y literalmente los pies sobre la tierra, nos detuvimos a mirar los trazos rosas sobre el pavimento.

Comentamos. Estoy segura de que Cortázar sonreía.