Dec 1, 2005

Réquiem por un Blog

Sería bueno contar con la información exacta del deceso. Entonces el párrafo podría empezar con "Siendo las x horas del xx día, acaeció en esta (o aquella) ciudad...". Un obituario con el santo y seña del occiso cuyos deudos recibirán las condolencias en tal parte. Sería bueno tener dinero y mandar publicar una esquela como Dios manda en el periódico correspondiente en donde con caracteres grandes y mayúsculos se deletreara el nombre del difunto. En lugar de eso un post discreto y trasnochado. Tal vez debería llamar para dar el pésame, pero qué dice uno en esas situaciones. Nada. Uno prende otro cigarro y resuelve no decir nada. Uno dice salud quedito con la mitad del Valpolicella y rememora. Uno menea la cabeza y piensa Debí pasar más tiempo con él antes de que se fuera a, ¿a dónde se van las palabras que se mueren? ¿Será que se las lleva el viento? ¿A dónde, a dónde se van las gárgolas chicaguenses y los alumnos enamorados y los tres besos antes de salir por esa puerta luego del café azucarado (azucarado para ella, negro para él). ¿A dónde Laura y Artemio? Me pregunto cómo serían sus últimos momentos. Me pregunto si habrá sufrido. Me pregunto si habrá perdido la vida a manos de alguien más (de un autor arrepentido o una mujer celosa) o si sería por causas naturales, como de pena y olvido. Ojalá haya muerto feliz. Ojalá haya pronunciado alguna palabra feliz con el último suspiro. Me parece que murió en medio de una confesión (Esto fue algo que nunca te conté, dicen los que la leyeron), me parece que murió tranquilo. Me pregunto quién le sobrevive.

Descanse en paz, definitiveblue (Blogger Privacy Act Ammendment on the Proscription of Information Rights of Deceased Blogs).