Nov 18, 2005

ficción

Dejaste de escribir, así como así. Lautriz voltea los ojos esperando el regaño. ¿Será que también vas a renunciarte a tí? ¿A eso que te hace lo único que eres? ¿Las palabras? Lautriz enciende un cigarrillo y se resigna, sube las cejas y se muerde por dentro las comisuras de los labios. Tal vez sea cierto. Claro que lo es. Te rendiste. Te fuiste a vivir a otra parte, a eso que crees que no puede nombrarse. Te da miedo nombrarlo, porque hace mucho que escribías sólo en el dolor, y ese mientras más se escribe menos duele. ¿Pero esto? Será que también se gasta, se desvirtúa si lo conviertes en palabras? ¿Te da miedo que si lo nombras entonces se quede inmóvil en el papel? No es así. Cuando todo marcha bien no queda otra cosa más que la ficción. Invéntalo. No todo tiene que ser sobre tí.