Oct 26, 2005

otro día

La verdad no recordaba que el lunes era la conferencia. Fui porque Megan me lo recordó. Llamé al hombre que ocupa mis noches y le dije que nos veríamos más tarde. Nos pidieron que nos acomodáramos en silencio en la última fila y fue cuando te ví. Podría reconocer tu espalda grande y cansada en cualquier evento medianamente intelectualoide. Tu suéter negro e inteligente, el corte clásico. Una vez que el viejito del grueso acento mediterráneo terminó la introducción volteaste a mirarme. Volteaste y me miraste. Con la mano que no sostenía tu inseparable palm plateada me dijiste hola y estuve a punto de creer que ibas a pedirme que me acercara, me habías guardado oun lugar junto a tí. en lugar de eso volviste a tomar notas que seguro no tenían mucho qué ver con la conferencia. Eso lo supe a los cinco minutos de que habían comenzado. Is it me, or was that guy really condescential? le susurro a Megan. Oh my God, dice, I'm so sorry there's people like this in my country y nos volvemos a callar. De vez en cuando vuelves a cerciorarte de que todavía estoy aquí. Ha pasado más de una hora y no me he movido. A pesar de que dicen pura tontería, a pesar de que el hombre que me espera con la cena ha llamado dos veces y dos veces he ignorado el vibroteo. Megan acerca sus pecas a mi oído y dice, Would it be totally rude to just leave and do something better with our time? El corazón me da un vuelco, porque eso significa que no voy a verte cuando termine la conferencia. Let's just wait for a pause and then leave. Mientras llega la pausa te mando mensajes telepáticos para que tú también lleves tu aburrimiento al lobby. En silencio tomamos los abrigos y nos ponemos de pie. Volteas a mirarme a pesar de que no hemos hecho ruido y tú ocupas la tercera o cuarta fila. Los ojos se ponen de acuerdo. Las vibraciones funcionaron. Haces un gesto de guardar la palm pero sigues sentados. Salimos. Está lloviendo y tardamos un par de momentos en acomodar bufandas, guardar cuadernos con notas inservibles. Entonces te pones de pie y me miras a través del vidrio. Sonrío ahora abiertamiente mientras Megan sigue quejándose de estos juristas ignorantes de la realidad de los migrantes. Abres la puerta y anuncias They're slaughtering the English language in there y soy feliz. Después llega alguien que te conoce y te acapara. No traje paraguas y Megan se ofrece a compartir el suyo conmigo hasta la estación de West 4th. Suspiro. Esta noche no va a ser. A mí me espera la cena en casa y tú has sido secuestrado por una mujer de pelo mojado y plática incesante. Tal vez otro día.