Mar 22, 2005

Taxi driver

Estoy en un taxi, en la capital de mi país. Hace más calor del que me hubiera imaginado. El taxista me pregunta a dónde voy y por qué. Qué me ha traído a la ciudad. Vine a buscar una beca para seguir estudiando en Nueva York. Allá hace mucho frío, ¿verdad? Sí. Yo fíjese que he estado en el norte, y la mera verdá no sé cómo le hace la gente de allá. Miro las jacarandas, ojalá que este hombre se calle pronto, quiero disfrutar las jacarandas y oler México y sentir el sol en la piel. Viví en Chicago, ¿usted conoce Chicago? Me asomo en el retrovisor por primera vez y miento que no. ¿Cómo es? Hace muchísimo frío en Chicago. Figúrese que está el lago, el lago Michigan y se congela todo. Corre mucho el viento por lo mismo del lago, y los días son muy tristes. Pero es una ciudad muy limpia, yo viví allá como un año y no lo aguanté y por eso me regresé para acá. Además de que allá se está muy solo, como que uno no se halla. No es que se viva mal, pero yo en Chicago la verdad como que me costaba mucho. ¿Cuántos años tiene usted que vive de aquel lado? La verdá yo creo que usté debe amar mucho su estudio, para soportar el frío y vivir sola. Yo la verdá no sé cómo le hace. Uno por la necesidad y ya vé, me acabé regresando. Nadamás por los dólares no vale la pena. Aunque claro que es mucho más segura la ciudad y muy limpia. Pero cómo hace frío. Le habla uno a la policía y la policía viene y todo. También encuentra uno paisanos, pero pues la familia no se compara. Yo admiro mucho, usted qué jovencita y por el puro gusto de estar allá. Imagino la ciudad al norte de mi taxista. Me desnudo de mi lago y me bebo el suyo. Su lago Michigan nostálgico de jacarandas y calor de mujer conocida. Destierro mi Chicago de bufanda y suéter verde en las penumbras y me apropio de su Chicago de viento y llamadas dominicales prepagadas al sol de la capital. Pero sigo con las maletas hechas. Yo no puedo regresarme como él. No tengo qué extrañar. Yo no soy de admirarse. Eso de andar de una ciudad en otra me ha ido despojando de a poquito de cualquier intento de extrañar.