Oct 8, 2004

silencios

Al principio uno evade mucho los silencios, para demostrar que uno es a través de toda esa palabridad. Al principio uno asume que un silencio es la negación de uno, de ese que queremos ser frente ak otro. Después uno también procura no quedarse callado, pero las razones son contrarias. Necesitamos impedir que el silencio hable de lo que estamos escondiendo. Entonces hablamos más del clima y de las oficinas y de la ciudad para que se calle la boca el silencio y no nos delate.

Sólo cuando se es de verdad un nosotros se disfrutan los silencios. Sólo entonces se les permite pasar y acomodarse entre dos cuerpos cuyos dueños no necesitan decirse nada. Las palabras descansan dentro de los armarios, se duermen bajo la mesita de noche. Y el silencio flota por todas partes sin que nadie se esfuerce en acallarlo con palabras. Por supuesto, cuando ambos se han dado por vencido se vale el silencio. Cuando el silencio sirve para representar la nada en que el nosotros se convirtió.