Oct 31, 2009

dial

El punto no era hacerte hablar de lo que había pasado en las horas anteriores. Ni que repitieras para mí los procedimientos, el caso, la angustia, las implicaciones. Acababa de despertar y estaba pensando en cómo estarías. A decir verdad, estaba todavía en la cama deseando que fuera en la tuya y el café preparándose y esperar a que entraras por la puerta. Me preguntaba cómo sería acariciarte la cabeza luego de una noche así de larga y besarte un poco y esperar a que salgas de la ducha mientras sirvo un café. Una taza solamente, vas a meterte en la cama unas horas. Deshacerte de una noche más. Y de pronto estuve ahí. Todavía escurriendo, mirándote un poco al espejo, la molesta luz del baño. Enfundado en azul, abrazarte desde atrás. Recargar la cabeza en tu pulmón derecho. Respirarte hondo. Después estoy de rodillas, diciéndote de otra forma lo que no atiné a decir hace un rato por teléfono.