Jul 6, 2008

deseo

Hay domingos que te pienso desde antes de abrir los ojos. Y tengo ganas de ponerte un dedo encima, dos. Posar la mano sobre tu espalda cuando vayamos en un taxi mientras me imagino que pronto vamos a quedarnos solos. Aunque sea mentira. Lanzarte una mirada al otro lado de la mesa, sin que los demás sospechen que esta mañana, o anoche, o en unos momentos más. Ser cómplices. Tomados de la mano.