Feb 22, 2005

ventana

El frío se queda ahí, con los muertos. Estoy fumándome un desayuno envuelto en café y humo. Mi ventana da a la calle, pero al cementerio también. En la calle ya no hay nieve. Del otro lado de los ladrillos, donde están los muertos, la nieve sigue. Allá no hay palomas ni muchachas con botas rosas. El frío se ha quedado ahí, blanco, sin moverse. Yo estoy por encima de eso. Lo miro todo. El manto que cubre a los muertos desconocidos. Los árboles sin hojas. Ahí ahí ahí es donde se queda el frío, la muerte.