Sep 27, 2004

Más

Sin texturas ni olores de por medio. Sin el sabor del vino ni la memoria del queso en los dedos en la boca sobre la lengua. Sin lágrimas que distraen a los ojos que miran hacia atrás. Sin los zapatos tirados a la sombra de las velas desperdigadas por todos lados. Sin la dura tabla de la mesa bajo la espalda. Sin un temblor en la columna, sin despegar los labios involuntariamente para después morderlos en un gesto de nostalgia pudorosa.

Fríamente.

Así aspiro a recordarte.
Así voy a poder evocar ese momento tuyo en el que pedías más.

Porque pedías más.